Esta película es tan real que hace que todas las demás películas de esta ciudad parezcan eso, una película.
A un autobús de San Francisco sube un desconocido, se sitúa en la parte trasera y desde allí abre fuego con una metralleta contra el conductor y los ocho pasajeros. El vehículo se estrella, pero el asesino logra escapar. Tres detectives acuden al lugar del siniestro. Entre las víctimas, se encuentra un policía.