Camino a Plymouth es asesinada la joven heredera Florence Holliday. La sospecha recae en un par de
buscadores de oro: su malvado ex-marido Rupert, y un reciente admirador francés el Conde de la Rochefour. Poirot y Hastings siguen el rastro de Florence viajando en tren hacia el oeste del país. El hecho de que hayan visto a Florence buscando un periódico vespertino da a Poirot la pista que necesita para solucionar su asesinato.