Vilma se gana el primer premio en la feria de ciencias de su escuela, con un robot computarizado que ella misma programó para que haga lo que se le diga. Cuando ocurre un misterioso robo de los casilleros de la escuela, Vilma es la principal sospechosa. Las cosas se ponen peor cuando el robot se comporta de manera malévola y quiere eliminarlos a todos.