Con Hatoko a su lado, Misaki se dirige a la ceremonia de apertura de los Juegos Nacionales, decidida a hacer todo lo posible sin importar cuán dura sea la competencia. A medida que la acción se pone en marcha, queda claro que todos los jugadores están en la cima del juego, pero pronto queda claro que hay uno que todavía está por encima del resto: la campeona actual Shu y su ángel Athena.