Un agente inmobiliario casado y una ex estrella del tenis luchan por mantenerse a flote mientras un infame asesino en serie aterroriza a Los Ángeles.
El true crime se ha convertido en un auténtico fenómeno de masas, y así lo atestiguan los nutridos catálogos de plataformas como Netflix o HBO Max, que no solo nos traen truculentos crímenes estadounidenses (sin ir más lejos, Dahmer), sino que también han apostado por casos nacionales, como El caso Asunta. Son muchos los que ya no se imaginan lavar los platos, ir a recoger a los niños o redactar interminables emails mientras se distraen escuchando el último episodio de su pódcast de true crime favorito. Tanto se ha normalizado este género tan polémico que ha dado pie a series como el éxito de Disney+ Solo asesinatos en el edificio y, ahora, Basado en una historia real.
Y es que la obsesión actual del público con el true crime es la esencia de la nueva serie protagonizada y producida por Kaley Cuoco (The Big Bang Theory) junto a Chris Messina y Tom Bateman, cuyo primer episodio ya está disponible en Movistar+, con el estreno de un nuevo capítulo cada semana.
Ava y Nathan son una joven pareja que no está pasando por su mejor momento personal ni profesional. Ava es una agente inmobiliaria cuya carrera no termina de despegar y Nathan es una antigua promesa del tenis que se ha visto reemplazado por un tenista más joven y termina relegado al puesto de entrenador. Y, para más inri, están a punto de ser padres. En medio de esta crisis vital a dos bandas, la pareja descubre accidentalmente que el fontanero que han contratado es, en realidad, el asesino en serie más buscado de la zona. Ahí es cuando la fascinación de Ava por el true crime (y su olfato para los negocios) la incitan a hacerle al criminal una propuesta insólita: convertirle en el protagonista de su propio pódcast, en el que él revelará lo que se esconde tras la mente de un asesino.