Momiji termina convocando al dios perro masoquista, Momou Inugami, y hace que se transforme en un cachorro para poder acercarse a Ichiko e intentar robar su fortuna. Sin embargo, Momou descubre que quitarle la fortuna a Ichiko no es tan fácil como parece. Mientras Momou observa el comportamiento de Ichiko, se da cuenta de que su personalidad es diferente al leer las cartas de Suwano.