En un día lluvioso, Ichiko descubre un gatito abandonado afuera de su edificio y decide acogerlo y lo llama Tama. Cuando Ichiko siente curiosidad por saber por qué Momiji no ha estado presente últimamente, un dios del baño llamado Ibuki aparece ante ella, pero Ichiko se niega a escucharlo. Al día siguiente, Ichiko se entera de que Momiji ha secuestrado a Tama y va al gimnasio de la escuela para enfrentarla.