Monseñor Douglas Cooper, Vicario General del Arzobispo de Washington D.C., aparece muerto y sin rodillas en un descampado.
Brennan y su equipo estudian el cuerpo e investigan un paquete enviado al domicilio de la doctora en el que se encontraban las dos rótulas de la víctima y un conocido símbolo que les lleva a relacionar el caso con el del hijo de la viuda. Los expertos buscan a un asesino caníbal que compone esqueletos con los huesos de diferentes víctimas. Por otro lado, Brennan visita a su padre en la cárcel para pedirle que le de un mensaje a su hermano, cuya hija está muy enferma.