El entrenador del equipo Nankatsu, Roberto Hongo, tiene que parar. Sin embargo, él sigue siendo Tsubasa como patrocinador de fútbol. Cuenta con el talento especial del niño. El ex jugador de fútbol profesional brasileño quiere hacer de Tsubasa el mejor jugador del mundo y lo invita a viajar a Brasil con él. Mientras tanto, se anuncia que solo uno de los cuatro equipos escolares locales participará en el torneo de selección nacional.