Kotomi todavía trata de tocar bien el violín, pero no ha mejorado en absoluto y, en definitiva, su forma de tocar es doloroso para el oído para cualquiera que escuche. Kyou obtiene la idea de que Kotomi toque su primer recital de violín después de clases del día de mañana y en la media hora, Kotomi puede practicar. El día antes del recital, Tomoya visita a Kotomi en la biblioteca del instituto y se come su deliciosa tarta de manzana casera. Poco después, Tomoya se queda dormido y tiene un sueño muy extraño. En el recital, Kyou chantajea a varios estudiantes para que vayan al recital. Al final, Kotomi no mejoró en lo absoluto y el recital era aún más doloroso de escuchar. Cuando Kotomi y sus amigos se van a casa, un desconocido se acerca a Kotomi, quien termina asustándola.