Mikado se cruza con la chica que tiene una cicatriz en el cuello. La chica estaba siendo perseguida por la motorista sin cabeza, así que decide ponerla a salvo y se la lleva a casa. Sin saber qué hacer, Mikado habla a Masaomi, pero lo único que saca en claro es que tendrá que esperar a ver qué pasa. Al día siguiente, mientras regresa a su casa desde la escuela, Mikado se encuentra a Izaya y a la motorista sin cabeza esperándolo.