En 1721, el pirata francés Olivier Levasseur capturó una galera portuguesa en el Océano Índico. A bordo del barco había riquezas de las colonias, incluido un crucifijo de siete pies hecho de oro macizo y engastado con piedras preciosas. Ocho años después del allanamiento, "La Buse" fue capturada y condenada a muerte en la horca. Justo antes de que la trampilla se abriera debajo de él, se dice que arrojó un pergamino a la multitud. Se dice que hay pistas sobre dónde estaba escondido el tesoro, que se rumorea que vale más de mil millones de dólares.