Ledo estaba encantado de saber de que el comandante Kugel estaba sano y salvo en la Tierra y liderando una flota. Pero la flota de Kugel busca absorber la de Frangie, ¡con la ayuda de Pinion! Sin saberlo, Ledo vuelve a ponerse bajo las órdenes de Kugel hasta que descubre que su comandante es un miedo tan grande como él lo es para los hideauze.