Harry y Fergus se han convertido en celebridades locales, y la viuda del hombre asesinado se acerca pidiendo ayuda. Ella no cree que su muerte fuera un suicidio, y ha acumulado evidencia -la cámara corporal de su difunto esposo y recortes de periódicos anunciando juegos crípticos. Pero Harry no está interesado en más casos. Kayleigh, le dice a Fergus, fue una sola vez. Ella es su tutora, no la mitad de un dúo dinámico.