Harry y Fergus se dirigen a la estación de la Garda para recoger a Charlie, Orla y Lola de camino a la boda de Glenn y Petra. Mientras están allí, un hombre abatido toma la estación como rehén y les exige que le ayuden a resolver el asesinato de su hija. Preocupado porque Harry tiene el anillo, Glenn acude a ver cómo se encuentran y se da cuenta de que tiene entre manos una situación difícil de resolver.