El FBI consigue capturar a Natalie Vickers cómplice de una estafa inmobiliaria de ámbito interestatal relacionado con barrios asolados por la crisis de las hipotecas. Natalie y su novio Anton Ivanov usaban dinero de la mafia rusa por lo que Mike Faber, agente del FBI que sigue queriendo una cita con Mary, aparece en Alburquerque, Nuevo Mexico, para que el equipo de Mary se ocupe de la protección de Natalie.
La jefa de distrito de Mann y Mary hace que Mann se vea obligado a ocuparse del transporte de un preso a una vista a Chicago que ocupará 8 o 10 días de su tiempo por lo que ha de dejar a Mary sólo con el caso de Faber.