Sarp, que está asombrado de conocer a sus hijos, también está emocionado de ver a Bahar. Nisan y Doruk no podían creer que vieron a sus padres. Doruk incluso piensa que es un sueño. Para Sarp, quien descubre que la única esperanza de Bahar es Sirin, la solución se desarrollará de una manera que nunca planeó