Edmond llega a Marsella y se entera de que su padre ha muerto y de que Mercedes se ha casado y trasladado a París. Durante su visita a Mrseille, conoce a un joven italiano llamado Jacopo con el que escapa a Italia en barco. Tras una velada en casa de Jacopo, Edmond toma prestado el barco de éste y navega hasta la isla de Monte-Cristo en busca del tesoro perdido.