En un intento por hacer que la pandilla se concentre en el nuevo juego, Leon se los lleva a un viaje en su nuevo yate de lujo. Lo que sigue es 24 horas de drogas, asesinato y sexo. Ewan se enamora del chef, pero trata de restar importancia a su riqueza fingiendo que es un empleado pagado. Josh descubre que Leon le pagó a alguien para compilar un dossier sobre Abi y se ve atrapado en el engaño. La pandilla termina encallando, literal y metafóricamente.