El cadáver de una mujer joven se encuentra en un barril lleno de clavos y fragmentos de vidrio. Esta muerte no deja de evocar la leyenda medieval de Paracols. Las sospechas de la policía están dirigidas hacia el marido del difunto, un conocido pintor de Collioure, cuyo acceso a la violencia y los celos son de notoriedad pública. Alice Castel, gendarme en Collioure, y Pascal Loubet, oficial de la Policía Judicial de Perpignan, se unieron para resolver este caso. Durante sus investigaciones, se dan cuenta de que el archivo es mucho más complejo de lo que imaginaron, y que el culpable no será tan fácil de identificar.