Las cuevas son uno de los pocos hábitats donde hay vida salvaje pese a no recibir los rayos de sol. Este capítulo investiga el misterio de la profunda oscuridad de estos lugares y muestra el desconocido mundo subterráneo de cavernas, cuevas y túneles.
El episodio viaja a México y a Estados Unidos para visitar dos cuevas de la que poca gente conoce su existencia. La primera es una cueva con una pared vertical de 400 metros, tan profunda que podría contener el rascacielos Empire State. La segunda es la cueva de Lechuguilla, en Estados Unidos, una de las más largas y profundas de la Tierra, descubierta en 1986 y a la que sólo se puede acceder con los más estrictos permisos (la BBC tardó dos años en conseguir un permiso para rodar dentro y las autoridades afirman que no van a conceder más).
Lechuguilla, con un túnel de 193 kilómetros de largo y una profundidad de 500 metros, contiene cámaras con impresionantes cristales, algunos de hasta seis metros de largo. En ella, además de los murciélagos y los insectos habituales de estos ecosistemas, se han descubierto, gracias a las cámaras que funcionan con radares, peces y salamandras que han perdido los ojos y la pigmentación en la piel por la absoluta oscuridad en la que viven.