La muerte de Bottura reabre el caso, es evidente que Lorenzo y Erika cometieron un error. Erika Hedl va a Italia. Ella, Lorenzo y Rex reanudan las investigaciones. Descubren que las tres víctimas pertenecían a una banda que, unos años antes, habían hecho una serie de robos en Roma y a sus alrededores. Siguiendo las investigaciones también comprenden que todos los muertos giran en torno a una misteriosa bolsa llena de joyas y a una mujer muerta. Lorenzo identifica a la probable culpable, Sonia Ferreri: cuarto miembro de la banda y compañera de la primera víctima, pero cuando él y Erika van a atraparla, ella se suicida.