Louie Nichols diseña un nuevo simulador de batalla, pero la Policía Militar Global vuelve a desarrollar y lo instala en Hovertanks del equipo como un sistema de selección automática. Angustiado por la repentina corrupción de su dispositivo, Nichols busca la ayuda de Dana en la destrucción de las máquinas, pero Zor y Angelo Dante detenerlos.