Después de su impactante victoria en las elecciones, Tom Dawkins lanza una investigación sobre las anomalías toxicológicas en la explosión de Scarrow.
Cuando la Inteligencia británica localiza el paradero del jefe de al-Qaeda, Tamim al-Ghamdi, Dawkins es presionado ya que se muestra reacio a eliminarlo.
Mientras tanto, después de que sus superiores en el GCHQ no toman en serio sus conclusiones, Agnes contacta con un hombre que cree que podría ayudarla.