Otra vez, Quark no deja de autocompadecerse y vuelve a Ferenginar para dejarse consolar por su madre. Aunque Ishka lo consuela, no le gusta mucho las intenciones de su hijo: quiere volver a vivir en casa por cierto tiempo. Quark advierte que no es muy bien recibido y poco después descubre la razón: una noche encuentra a Nagus Zek escondido en el armario de su madre. Zek y su madre están enamorados locamente el uno del otro. Poco tiempo después, le dan a Quark la posiblidad de rehabilitarse en la sociedad Ferengi - sin embargo tendría que sacrificar la felicidad amorosa de su madre...