Los pescadores sorprenden a Julien, el novio de Alice, limpiando una escena del crimen en el puerto. Todo lo acusa de haber matado a su amigo, Mickael. Léa trata desesperadamente de obtener explicaciones de Julien, que permanece amotinado. ¿Por qué atacó a su hermano? Léa quiere seguir los procedimientos para que esto no pueda volverse en contra de Julien o de su familia, pero Alice, convencida de la inocencia de Julien, está dispuesta a todo a pesar de ponerse en peligro para ayudarle. El caso no dejará a la familia Soler-Marchal indemne.