Hannah se lleva a los secuaces de Katrina en su intento de conseguir que Gabe esté a salvo. Nick se niega a tomar un no por respuesta, viendo a cualquiera en la vida de Kayla como una amenaza potencial para su futura felicidad. Al darse cuenta de que tiene un aliado en el Departamento de policía, Jordan trata de dejar ir su obsesión por la venganza.