Cuando Beverly vislumbra el nido vacío en el que se va a convertir su casa, reemplaza a sus hijos por los hermanos Mellor, atendiendo al entrenador Mellor para que se recupere tras caerse trepando a la cuerda. Mientras, Erica y su compañera de habitación se sacan de quicio por las normas de convivencia, especialmente cuando su compañera pone un coletero en la puerta y echa a Erica de la habitación.