Cuando rescata a una joven de un terrible accidente de coche, Toby empieza a tener inquietantes visiones del hijo de la chica, que ha desaparecido. La mujer está traumatizada y asustada por haber sido secuestrada a punta de pistola, por lo que Toby es incapaz de conseguir que le cuente nada. A medida que aumenta su preocupación por la situación del niño, Toby se da cuenta de que va a tener que actuar con rapidez para encontrar un sentido a las discordancias mentales que lo acosan.