El músico Jacob Hardy se encuentra paseando con su novia Kara Delaney cuando un meteorito explota sobre la ciudad. Una de las pequeñas bolas de fuego que llueven parece perseguir a Jacob, derribándolo y penetrando en su cráneo, matándolo instantáneamente. El médico forense, el Dr. Ian Michaels realiza la autopsia con la ayuda de su asistente, Ollie Gibb. Encuentra un proyectil inusual en forma de bala alojado en el cerebro de la víctima.