Uno de los compañeros de equipo de Yusuke resultó gravemente herido, y Kuwabara insiste en luchar solo contra el próximo enemigo, ¡revelando su Espada Espiritual increíblemente mejorada! Antes de que el grupo en disputa pueda estar en desacuerdo, un rugido feroz atraviesa el castillo. ¡Byakko, la segunda Bestia Santa, está esperando!