Irak, octubre de 2016, justo antes de la batalla de Mosul. Un equipo de élite de las fuerzas especiales francesas recibió el encargo de localizar y sacar de la ciudad a la hija y al nieto de un destacado emir daech francés, a los que habían capturado. El emir ha hecho de esta exigencia una condición previa para su cooperación.