James May no es un chef. Pero ese es el punto: no es necesario ser un cocinero brillante para preparar una comida deliciosa. Al transportarnos al Lejano Oriente, el Mediterráneo y el pub local, todo desde la comodidad de la cocina de un economista hogareño, creará deliciosas recetas que usted mismo puede preparar, con ingredientes que realmente puede comprar. Y todo ello sin los trucos habituales del formato de cocina televisivo.