Tres niños son entrenados como cazadores de monstruos por su duro abuelo. Solo hay un problema. Estos niños son grandes fanáticos del terror. ¿Por qué querrían cazar a sus ídolos monstruosos? Les encantan las criaturas paranormales peligrosas. Y tan pronto como el abuelo toma una siesta, que es bastante frecuente ya que es narcoléptico, encuentran una manera de salvar a los monstruos.