La ya tensa relación de Batman con la ley se vuelve más tensa cuando accidentalmente arruina una importante operación encubierta policial. Harta de Terry, a quien considera un exaltado, el comisionado Gordon le advierte a Bruce que lo vigilará para asegurarse de que no se meta en más problemas. Sus peores temores se hacen realidad muy pronto cuando ve a Batman apaleando a Mad Stan con una de sus propias bombas.