Kate y su padre Warren están teniendo problemas para el alquiler de los pisos de Bedlam Heights porque la gente ha oído hablar sobre el pasado del edificio. Esto no ha disuadido a Kate y a sus amigos, pero debería haberlo hecho. Su nueva casa está encantada y un fantasma quiere hacerles daño. Sólo Jed Harper puede ver a estos demonios y salvarlos.