Para acercarse a Ichiko, Momiji se transfiere a su clase, para disgusto de Ichiko. Mientras Momiji continúa molestándola, Ichiko conoce a Bobby, un sacerdote viajero pervertido con la capacidad de detectar la energía de la fortuna, y le regala un objeto llamado Soumin Shourai, que le permite manifestar su buena fortuna en varias criaturas. Momiji responde manifestando sus propios monstruos debido a su desgracia, pero resultan inútiles y ella es fuertemente golpeada.