Hubo un tiempo, no hace mucho, en que los eventos naturales solo podían entenderse como gestos de desagrado divino. Seremos testigos del momento en que todo cambió, pero primero: La Nave de la imaginación se encuentra en el inquietante y gélido reino de la Nube de Oort, donde aguardan un billón de cometas. Nuestra Nave nos lleva en un viaje espeluznante, persiguiendo a un solo cometa a través de su caída de millones de años hacia el Sol.