Hasta mediados del siglo XX, a las mujeres se les negaba el acceso al poder. Pero tras la Segunda Guerra Mundial, varias mujeres adquirieron una nueva autonomía y responsabilidades. En 1979, la francesa Simone Veil se convirtió en presidenta del Parlamento Europeo, la primera mujer al frente de una institución de la Unión Europea. Ese mismo año, en Gran Bretaña, el cargo de "primer ministro" fue ocupado por primera vez por una mujer, Margaret Thatcher, apodada la "Dama de hierro".