Los habitantes de Jericho reciben una llamada telefónica del Departamento de Seguridad del Estado que anuncia que la ayuda está en camino. Los ciudadanos comienzan a pensar que la situación podría normalizarse cuando la energía y los teléfonos vuelvan a funcionar. Sin embargo, sus expectativas fracasan después de que la energía se corte y las líneas eléctricas dejen de funcionar.
Por otro lado, Jake y Hawkins, que trabajan juntos para apagar los fuegos, descubren que ninguno de ellos es quien dice ser.