Claudio le anuncia a Alice que probablemente se convertirá en el director del Instituto y le dice a la niña que quiere conocer a sus padres, para oficializar su amor. La atmósfera romántica se ve interrumpida abruptamente por las trágicas heridas del subjefe Calligaris frente a la entrada del instituto. Las investigaciones irán distanciando progresivamente a Claudio y Alice: sus formas de reaccionar ante las emociones, el dolor y la adversidad son demasiado diferentes.