Peggy pone un anuncio en la agencia buscando compañera de piso en Manhattan, algo que sus compañeros aprovechan para gastarle una broma. Por otro lado, un rico heredero, convencido de que el "jai alai" será el deporte del futuro, pone en bandeja un millón de dólares a los creativos de Draper para promocionar a un pelotari llamado Patxi. Don y Betty recibirán una mala noticia.