Impactado por haber lastimado a Kanade, Subaru huye de la mansión Suuzutsuki y desaparece sin dejar rastro. Kinjiro sale en su búsqueda y finalmente logra encontrarla. Esa noche, los dos pasan el tiempo juntos. Cuando Subaru le confiesa que “ya no puede volver a ser un mayordomo”, Kinjiro le responde: “Está bien que seas solo una chica común y corriente.”