Clementine despierta en la misma habitación del episodio anterior, invadida por una extraña vergüenza. Intenta presentar su discurso, pero se detiene: algo no encaja. Mientras, en la Gran Tumba de Nazarick, Ainz Ooal Gown reflexiona sobre la dificultad de conseguir información. Albedo se ofrece a viajar al Reino de Re-Estize para recopilar datos. Ainz sugiere que, si visita a la princesa, podría indagar sobre artes marciales. Al llegar al pub donde estuvo antes, Clementine lo encuentra en ruinas. Solo recuerda haber tomado una copa allí. El camarero, entre lágrimas, le confiesa que, pese al “accidente”, siguen sirviendo bebidas. Al preguntar qué ocurrió, el hombre se derrumba. Inquieta, Clementine decide huir hacia el Imperio.