Pecorine y Karyl, junto con los fundadores del Gremio Gourmet, Kokkoro y Yuuki, consiguen su “casa gremial”. Emocionados por comenzar sus actividades de gremio, llegan a su nueva casa sólo para descubrir que ha estado abandonada durante muchos años. Sin inmutarse, el grupo pone manos a la obra en adecentarla.