Tras encontrar un tesoro inesperado, el grupo se dirige al pueblo a saciarse de placeres. Mientras Fuu come hasta engordar, Mugen y Jin se dirigen a la zona de entretenimiento, donde una de las acompañantes llama su atención. Cuando las cosas se vuelven confusas, Mugen hará todo lo que esté en su poder para obtener el favor de la cortesana.