Nadie puede negar un baile honorable. El profesor de baile Robert Fabian debería haberlo hecho, negándolo, porque el tango que acaba de bailar es el último. La escuela de baile está llena de compañeras desesperadas que lloran lágrimas por Fabian. Y Nicole Wondrak está a punto de confesar el asesinato de Angelika. Franitschek cree que el caso ya está resuelto, pero Angelika duda mucho de la sinceridad de la confesión. Cada una de las mujeres presentes tenía una relación con el profesor de baile, cada una celosa, así que cada una tenía un motivo.