Tras darle muchas vueltas al asunto, Carrie decide que comenzará a acostarse con Petrovsky. Sin embargo, rechaza la sugerencia de Charlotte que considera que en estos momentos una relación entre Carrie y Petrovsky no llegaría a ningún lado. La pareja, finalmente, pasan una maravillosa noche juntos, pero a la mañana siguiente Carrie se queda petrificada al descubrir que el apartamento de su amante sirve también como su oficina.
La segunda temporada de And Just Like That, estrenada el pasado 22 de junio, nos invita a pisar de nuevo las ajetreadas calles de Nueva York en compañía de Carrie, Miranda y Charlotte.
¡Ha llovido mucho desde los tiempos de Sexo en Nueva York! Cuando nuestras protagonistas estaban en la treintena y trataban de navegar la vida en la Gran Manzana, entre amoríos, rollos de una noche, éxitos (o fracasos) laborales, hijos y muchos Cosmopolitans. Y sí, mucho ha cambiado: en el spin-off escrito por Michael Patrick King, Carrie (Sarah Jessica Parker) vive una “segunda juventud” tras la muerte de Mr. Big, Miranda (Cynthia Nixon) explora su sexualidad con Che (Sara Ramírez), su nueva pareja no binaria, y Charlotte (Kristin Davis) se enfrenta a los retos de ser madre de dos adolescentes. Pero otras cosas no: al más puro estilo de la serie original, estas amigas siguen buscando su camino a los cincuenta tal y como lo hacían a los treinta. Y reuniéndose todas las semanas para ponerse al día sorbiendo un cóctel.
¿Qué nos depara esta nueva temporada? Atrás quedó la Carrie en duelo por la muerte de su marido que conocimos al principio de la primera temporada. Nuestra protagonista hace borrón y cuenta nueva y vuelve a hacer gala del aire que irradiaba en Sexo en Nueva York: el de una atrevida periodista que se ha propuesto desentrañar los misterios del amor (y de la vida en general) en Nueva York. Y, quién sabe, tal vez encuentre a alguien especial en esta ocasión. Por otro lado, tras unos primeros meses de romance idílico, Miranda empieza a vivir los primeros baches en su relación con Che, una vez finalizada la etapa de la luna de miel. Por último, Charlotte, que continúa su matrimonio con Harry, tendrá que enfrentarse al desafío de criar a dos hijas en la adolescencia, y de entender la identidad de una de ellas, que se identifica como no binaria. Todo esto, sobre el telón de fondo de un Nueva York con mucho brilli-brilli.