Ermintrude tiene un nuevo sombrero y está muy rara. Es demasiado autoritaria y da órdenes a todo el mundo, prohibe caminos y permite circular sólo por algunos sitios. Pone multas sin parar. Toda esta locura se debe al sombrero, que hace decir tonterías a quien lo lleva puesto. Florence lo descubre, y ahora tienen un reto: ¿cómo quitárselo?. La niña tiene la mejor idea: sólo hay que ofrecerle uno más moderno.