Cuando Alan Talbot, de visita unos días en Nueva York, se dispone a coger el metro de madrugada es abordado por una anciana fanática religiosa que le sermonea insistentemente. Aturdido y movido por un extraño impulso, Alan empuja a la mujer a las vías, donde muere arrollada. Tras huir del lugar y olvidar aparentemente lo ocurrido, se dirige a casa de Jessica, su prometida, con quien viaja a su pueblo natal para visitar a su tía. Una vez en el lugar, Alan comprueba extrañado que pese a que lleva poco tiempo fuera del pueblo, éste parece haber cambiado, nadie parece reconocerle y en la casa familiar viven otras personas. Tras realizar varias averiguaciones, ya entrada la noche, aturdido y fuera de control a causa de una fuerza incontrolable, Alan intenta asesinar a Jessica, que huye aterrorizada. Más tarde, y a causa de un accidente, Alan hará un terrorífico descubrimiento.